Heme aquí, voyeurista confeso. Me gusta ver. A oscuras, ni los sueños. La tecnología y hugh hefner me construyeron en esta máquina de mirar que soy. Y soy feliz.
Juan Pablo Dardón
Todo entra por los ojos, desde el amor, hasta la comida. El ser humano es shute por naturaleza y los ojos se lo permiten ser más que ningún otro sentido; pero vamos... nadie escucha nada en Facebook.
Posiblemente el colmo del voyeurismo viene de los astrofísicos. Se hacen una carrera investigando fenómenos con grandes telescopios; son los paparazzi de la naturaleza. Nosotros lo hacemos con las estrellas en carne y hueso.
Voyeur en francés significa “mirón”, con énfasis en el peyorativo y un acento despectivo. Esto porque está relacionado con el placer sexual de mirar a otros sin ser descubierto, cuando mantienen relaciones sexuales.
Entonces, ¿qué tiene que ver la exploración espacial y la farándula con el sexo? Según Freud, nuestro entorno se relaciona intrínsecamente con nuestro in-consciente sexual, y ¿quién soy yo para desmentirlo? Hay que hacerle caso al doc.
Ahora, en este mes de exámenes finales, si al momento de copiarle a tu compañera de al lado sentís cosquillitas debajo del ombligo, asegurate de que le estás viendo el examen y no las piernas.
2 ojos para la web
Dúo Sway, agrupación chapina, se hizo famoso por su sencillo WebCam. En clara alusión a que el amor entra por los ojos.
3, 4, 5... no importa cuántas miradas crucen
Según estudios, los hombres prefieren mirar más que las mujeres. Ellas, temerosas de mostrarse, cultivan más el morbo del otro sexo.
1 enfermedad profesional
El voyeurismo es considerado una parafilia; es decir, una desviación sexual que si no es tratada deriva en manicomio… o periodismo.
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